lunes, 2 de mayo de 2016

CRONICA DE LA III GRAN FONDO DEL C.C. LA PURISIMA
30 DE ABRIL DE 2016
Por Vicente Alpañez




Espectacular, sólo así puede definirse la jornada de ciclismo que hemos vivido ayer, y es que las dos ediciones anteriores han conseguido poner mucha ilusión en ésta. La fecha prevista en el calendario con mucha antelación, la ruta diseñada por Pedro Fructuoso para recorrer comarcas de nuestra región por las que transitamos poco por su lejanía, la experiencia de las anteriores que nos han servido para alcanzar gran nivel en los avituallamientos previstos que transportamos en el coche de apoyo, una participación de auténtico lujo por el número y calidad de miembros del club: Javi está muy comprometido con esta edición y ha convencido a su primo Salvi para que nos acompañe, Juan vuelve al redil después de su ausencia el año anterior, Miguel Angel no falla a esta cita, Lauren desafía sus miedos, Dorin es temerario en grado sumo después de un parón obligatorio, Fructuoso es el gran inspirador, Emilio siempre vence sus dudas, Pepe Parraga no teme a los calambres, Vicente es muy pesado con todos para que participen en esta etapa, Alfonso y Juan Pardo hacen una parte del recorrido.

Y los invitados ajenos al club que nos han acompañado y a los que desde ahora llevamos en el corazón, está todo controlado, todo… menos la meteorología.

Faltan cinco días para la fecha señalada y la previsión es de lluvia por todas las comarcas por las que vamos a circular, 80% de probabilidad de lluvia en el mejor de los casos y subiendo hasta el 90% a medida que se acerca el sábado. La preocupación es evidente, las caras ante estos presagios recuerdan a las de los nazarenos sevillanos de la madrugá del jueves santo viendo llover, es mucha la ilusión puesta en este día para que todo se vaya al garete.

Puntuales a la cita están José Joaquín Ros y Pedro Albarracin, ambos de Alcantarilla y Jesus Martínez (Azumbe). Nuestros amigos de Torre Pacheco David y Asensio Collado, José Sánchez “Tapi”, Irenep Acho y un quinto que espero disculpe que no recuerde su nombre han pasado de largo por el punto de salida y llegan apresurados por el retraso.

El día ha amanecido gris, amenazador. El grupo se pone en marcha disimulando la inquietud que producen los nubarrones, nos espera en Monteagudo Pascual Cánovas (CC Alejandro Valverde). Desde Santomera hasta Abanilla la carretera está mojada y caen algunas gotas, pocas pero suficientes para embargarnos el ánimo. Nadie menciona la soga en casa del ahorcado, el pelotón sigue avanzando y la cuesta colorá-fuente del algarrobo se sube con prisa, deseosos de ver entre tanta nube unos claros que se divisan en el horizonte. El primer tentempié lo tomamos en Pinoso y a la salida con dirección a Yecla la moral del grupo está “por las nubes” gracias a una presencia cada vez más escasa de éstas, ritmo rápido, muy rápido, Salvi desafía a que le dejen atrás cuantos vehículos nos adelantan. La subida del puerto de Jumilla rompe el grupo por primera vez, desde aquí necesitamos ayuda para encontrar la ruta y para ello un miembro del club (no menciono el nombre de Fructuoso para evitar mosqueos) la ha cargado en su garmin, pero resulta que circula a cola de pelotón, justo delante del coche de apoyo que lleva la ruta impresa. Gracias a esto hemos conseguido añadirle 25 Km. a la ruta inicialmente prevista.

Hasta Agramón, pasando por Cancarix ritmo demoledor. La visión del pantano de Camarillas anima al grupo a disfrutar del avituallamiento junto a la orilla aunque para eso haya que subir un kilometro no previsto al 6% de desnivel con el estomago recién “avituallado”. La subida Salmeron ha dividido definitivamente al pelotón en tres grupos. En el primero van Javi, Salvi, Juan, los Pachequeros (no salgo de mi asombro con Irenep Acho) y Jesus Martínez. En el segundo van José Joaquin Ros, Pedro Albarracin, Pascual Cánovas, Dorin, Miguel Angel, Emilio y Vicente. Sobre el tercer grupo guardo discreto silencio.

El alto de Pliego anuncia que la etapa está llegando a su fin y para facilitar las cosas nos acompaña hasta la llegada el meteoro que faltaba: un viento auténticamente huracanado que nos ha puesto verdaderamente difícil recorrer los últimos 35 kilómetros a todos excepto a Emilio, que a los 25 km. que llevábamos añadidos le ha sumado por su cuenta otros 18 hasta que se ha dado cuenta que en el centro penitenciario de Campos del Rio nadie contaba con su presencia.


Es difícil resumir una jornada tan larga, 282 Km., 2.900m de desnivel positivo y 29,2 Km./h. de promedio dan para mucho y los semblantes en la llegada lo atestiguan. Antes de finalizar esta crónica hay que agraceder la excelente labor de Silvia y Octavio (ajenos al club) al volante del coche de apoyo. Ahora vamos a disfrutar con el recuerdo de ésta jornada y  a descansar, lo tenemos merecido.

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